domingo, 20 de febrero de 2011

LA CONVIVENCIA ESCOLAR


Los individuos y las instituciones, en general, se debaten en la tarea de construir los perfiles de una nueva sociedad, atravesada por profundas crisis de identidad cultural, colectiva e individual y por nuevos sentidos de manifestar la violencia, la discriminación, la exclusión.
En el escenario cotidiano de la escuela media se reflejan y reproducen los malestares de la vida social; producto de ello es el significativo incremento en las múltiples expresiones de violencia en los ámbitos de enseñanza.
El propósito de abordar la temática de la convivencia en la escuela es el de brindar elementos conceptuales y metodológicos para comprender la violencia desde un enfoque preventivo, explorar sus causas y efectos, dentro y fuera de la institución escolar y desde allí pensar en estrategias para atenuarla. Para ello, la reformulación de contenidos y competencias a partir de la diversidad, los principios de equidad, solidaridad, respeto a la vida, a los derechos humanos, a las prácticas de convivencia ciudadana y resolución no violenta de conflictos, se presentan como conocimientos posibles y necesarios de ser aprendidos por un sujeto adolescente que transita el nuevo milenio.
Gestionar y/o construir la convivencia escolar reclama la participación de todos los actores institucionales.
El proyecto de convivencia es un proyecto específico transversal porque atraviesa el plano institucional, curricular y comunitario; esto lo convierte, operativamente, en un proyecto complejo y multifacético que necesita de fluidas redes de comunicación entre todos los sectores mediante una coordinada integración de las diversas propuestas y/o proyectos.
De esta manera y siguiendo una mirada sobre el perfil del director de una institución educativa de nivel medio posicionado desde una dimensión cultural, a quien se le demanda una oferta educativa, que en parte, contrarreste los efectos discriminatorios de origen social de muchos de sus alumnos, promoviendo una cultura democrática de integración de todos a la vida de la institución educativa que dirige, tanto en el acceso y apropiación de conocimientos, como a los proceso de socialización, es muy importante que se fortalezca el dialogo y establezca lazos con los demás espacios no escolarizados que conforman la comunidad, sobre todo las familias, estimulando intercambios y reconocimientos mutuos de los saberes y de las practicas que se producen en uno y otro ámbito.
Así el proyecto de convivencia escolar cobra sentido, no solo en el interior de la institución, sino hacia fuera con las familias y la comunidad.
Un concepto de convivencia y sus implicancias
La convivencia escolar resulta más convincente para explicar los modos de convivencia posibles en el seno de las instituciones educativas.
La convivencia, entendida como vivir con otros, es la primera e inexorable condición que la vida le impone al ser humano. Esta relación que se hace cotidiana, es esencial a la formación de vínculos afectivos y a los lazos culturales (construcción colectiva en un terreno complejo, donde el sujeto interactúa con los demás y a su vez conservar el espacio y su identidad personal).
La convivencia atraviesa la escuela en todas sus dimensiones e incluye a la suma de sus integrantes, por lo tanto debe estar considerada fehacientemente en el PEI y formalizada en un proyecto de convivencia, como marco de referencia que guíe la resolución de problemáticas en la vida institucional.
Es importante en la escuela promover climas institucionales favorables, con soportes normativos claros y explícitos.
En 1993 la UNESCO conforma una comisión internacional. Esta comisión precedida por Jacques Delors, denomino que la convivencia debe estar construida sobre cuatro pilares.:
APRENDER A CONOCER: promover el acceso permanente a nuevos contenidos debido a los rápidos cambios sociales producidos (científicos, económicos y sociales).
APRENDER A HACER: adquirir competencias que posibiliten, hacer frente a nuevas situaciones laborales, propiciando el trabajo en equipo.
APRENDER A SER : el proceso de las sociedades depende de la creatividad y la capacidad de innovación de cada individuo o grupo.
APRENDER A CONVIVIR : conocimiento de las sociedades (historia, costumbres, tradiciones, espiritualidad, etc) cada vez mas multiculturales y competitivas.
Los cuatro aprendizajes son igualmente significativos. Haremos referencia al último mencionado, ya que aprender a convivir con nuestros semejantes es difícil y alude a todos los sectores sociales. La institución educativa conforma espacios complejos en las cuales las personas, especialmente los niños, pasan buena parte de sus vidas, deben afrontar la convivencia con los demás miembros de la escuela, con la comunidad educativa que forman parte. La convivencia es uno de los aprendizajes, tan primario como imprescindible, en ese nuevo espacio social.