miércoles, 21 de febrero de 2007

La escuela para nuestros hijos

Quienes tenemos hijos en edad escolar es común que nos preguntemos a fin de año o en esta época, en que escuela inscribo a mi hijo. Esta pregunta se da en tres momentos claves: cuando tiene la edad para el jardín de infantes (sala de 4 años), cuando ingresan a la escuela primaria y cuando ingresan a la escuela secundaria. Y es frecuente que consultemos en varias escuelas, que charlemos con los maestros y profesores, con los directivos y con otros padres sobre los pro y los contra de cada escuela. Algunas veces le preguntamos a los mismos chicos, sobre todo cuando son más grandes, pero lo cierto es que es una responsabilidad de los padres y un derecho de los niños a ser escolarizados. Existen distintos intereses que motivan a los padres en la elección de la escuela para sus hijos. Muchas veces tiene que ver con sus propias historias de vida y sus experiencias y otras veces con una visión futurista que tiene directa relación con el porvenir intelectual y social de sus hijos. Aquí entran en juego la oferta educativa de las escuelas la cual debiera reflejarse en el proyecto educativo institucional. En este ultimo es necesario expresar de manera flexible y viable las metas, actividades y recursos que nos permitan pasar de una realidad organizacional, a otra que interprete las demandas y necesidades de todos los miembros de la comunidad educativa.
Ahora, este mensaje institucional debe ser conocido por todos los actores: alumnos, padres, docentes y comunidad en general quienes son potenciales miembros de la comunidad educativa de esa escuela.
Sabemos que dentro de la oferta educativa en nuestro país y en nuestra provincia en particular, existen en cuanto a la gestión, dos tipos de escuelas, las escuelas de gestión oficial y las de gestión privada.
Ahora bien, lo que a los padres nos responsabiliza directamente es la elección de la escuela primaria y de la secundaria. La oferta educativa de la escuela primaria es única en cuanto a la cantidad de años y a su distribución curricular, salvo proyectos innovadores de doble escolaridad y aquellos extraescolares además de las escuelas bilingües y religiosas que amplían su oferta educativa, pero en todas esta garantizado por ley un mínimo de contenidos básicos comunes. En la escuela secundaria la cosa cambia. En la provincia de Córdoba existe un C.B.U. (Ciclo Básico Unificado) que abarca de 1 a 3 año y que es común para todas las escuelas y el C.E. (ciclo de especialización) de 4º a 6º año, pero al llegar al 4º año deben elegir por una orientación determinada. Lo cierto es que esta orientación, la mayoría ya la elige desde primer año, por que la escuela es la misma y en el momento de la inscripción a 4º se priorizan los alumnos de la institución. De tal manera es muy importante conocer toda la oferta educativa de la escuela para evitar que el chico circule entre varios establecimientos durante su recorrido por el sistema educativo. Además la permanencia en una misma escuela, salvo excepciones y situaciones, genera en el alumno un sentido de compromiso, un alto grado de conocimiento especifico, sin dejar de mencionar las relaciones humanas entre docentes y alumnos para el abordaje del conocimiento. Sabemos que en la escuela secundaria los tiempos no son los mismos que en la primaria, por tal razón generar un sentido de pertenencia en los alumnos, los docentes y los padres con la institución provoca mejores resultados académicos y de convivencia.
Lo cierto es que el recorrido por la escolaridad obligatoria (primaria y secundaria) de nuestros hijos requiere de la presencia de los padres, la valorización de sus logros, el respeto por sus tiempos, el estimulo sin sobreexigencias, el acompañamiento, el control y el señalado de los limites forman parte de la tarea que debemos cumplir como padres y como docentes.

Alejandro Oscar Cantón
Profesor en Ciencias de la Educación

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